Poesía Náhuatl
La literatura de los pueblos de habla náhuatl es la más conocida de las literaturas de los pueblos del México antigüo. Durante los primeros años de la conquista y colonia, los frailes hicieron una buena cantidad de documentos que fijaron en caracteres latinos la tradición oral de estos pueblos. Gracias a la labor de estudiosos contemporáneos, como Angel María Garibay Kintana y Miguel León Portilla, podemos acercarnos a esta manifestación artística de los pueblos prehispánicos.
Algunos trabajos importantes sobre literatura náhuatl:
- Angel María Garibay Kintana: La literatura de los aztecas. México: Joaquín Mortiz.
- Angel María Garibay Kintana: Poesía indígena. México: UNAM, 1982 (Divulgación literaria, No. 11).
- Miguel León Portilla. Literaturas indígenas de México. México: Mapfre/FCE, 1992.
- Miguel León Portilla. 15 poetas del mundo náhuatl. México: Diana, 1994.
- Amos Segala. Literatura náhualtl: Fuentes, identidades, representaciones. México: CONACULTA/Grijalbo, 1990. (Colección los 90).
- José LuisMartínez. Nezahualcóyotl: vida y obra. México: FCE, 1972. (Biblioteca Americana).
- Luis Alveláis Pozos. Los cantos de Nezahualcóyotl: nuevos enfoques sobre la poesía de Nezahualcóyotl. Toluca: Instituto Mexiquense de Cultura, 1993.
versiones en español de
Ángel María Garibay Kintana
• La flor y el canto
• Mi poema (Totoquihuatzin)
• Eterna vida de poesía (Tochihuitzin)
• Ruego en flores
• El colibrí florido
• El ave roja de la diosa
• Enigma de vivir
• La vida pasa
• Flores nuevas
• La vida póstuma
• Sueño de palabras (Tecayehuatzin)
• La amistad (Tecayehuatzin)
• El canto del poeta (Tecayehautzin)
• Qué es la poesía (Nezahualcóyotl)
• Sed de inmortalidad (Nezahualcóyotl)
• Mi hermano el hombre (Nezahualcóyotl)
• Canto primaveral (Nezahualcóyotl)
• Dolor del canto (Nezahualcóyotl)
• Canto de Moyocoyatzin (Nezahualcóyotl)
• Poema de la conquista
• Bailete de Nezahualcóyotl
Anónimo de Chalco.
Cantares mexicanos
Brotan las flores, están frescas, medran,
abren su corola.
De tu interior salen las flores del canto:
tú, oh poeta, las derramas sobre los demás.
Mi poema
Totoquihuatzin,
rey de Tlacopan
(principios del siglo XVI)
Yo perforo esmeraldas,
yo oro estoy fundiendo:
¡Es mi canto!
En hilo ensarto ricas esmeraldas:
¡Es mi canto!
Eterna vida de poesía
Tochihuitzin,
señor de Mexicaltzinco
(entre 1510-1520)
Cantares mexicanos
Kuicatl anyolke |
|
Kuicatl anyolke, |
Cual un canto habéis vivido, |
Ruego en flores
Cantares mexicanos
¡Oh tú por quien todo vive!: alzamos a ti el ruego:
ante ti nos rendimos para complacerte,
junto a los floridos tambores,
Señor del palacio de las aguas:
¡Se reponen ya los tambores,
se guardan en la casa de las flores!
¡Ya te dan culto tus amigos,
Yaomatzin, Micohuatzin, Ayocuauhtzin:
ya con flores a ti suspiran los príncipes!
Cantares mexicanos
He llegado hasta acá,
a las ramas del Árbol Floreciente
yo el Colibrí florido:
deleito mi nariz y me siento gozoso:
sabrosos y dulces son mis labios.
Cantares mexicanos
El ave roja de Xochiquétzal
se deleita, se deleita sobre las flores.
Bebe la miel en diversas flores:
se deleita, se deleita sobre las flores.
Enigma de vivir
Anónimo de Chalco,
Cantares mexicanos
No es verdad que vivimos,
no es verdad que duramos
en la tierra.
¡Yo tengo que dejar las bellas flores,
tengo que ir en busca del sitio del misterio!
Pero por breve tiempo,
hagamos nuestros los hermosos cantos.
La vida pasa...
Anónimo de Chalco,
Cantares mexicanos
¡Oh flores que portamos,
oh cantos que llevamos,
nos vamos al Reino del Misterio!
¡Al menos por un día
estemos juntos, amigos míos!
¡Debemos dejar nuestros cantos:
y con todo la tierra seguirá permanente!
Amigos míos, gocemos: gocemos, amigos!
Flores nuevas
Anónimo de Huexotzinco
Cantares mexicanos
¡Llegaron las flores!
¡A revestirse de ellas, oh príncipes,
a adquirir su riqueza!
Fugaces en extremo nos muestran su rostro,
fugaces reverberan.
Sólo en tiempo de verdor llegan a ser perfectas.
¡Las amarillas flores de mil pétalos!
¡Llegaron las flores junto a la montaña!
La vida póstuma
De Tenochtitlan,
con ocasión de la muerte del príncipe Tlacahuepan (1493-98)
Cantares mexicanos
Áurea mariposa ya libando está:
la flor que se ha abierto es mi corazón,
oh amigos míos, es una flor fragante,
ya la esparzo en lluvia.
Sueño de palabras
Tecayehuatzin
Cantares mexicanos
Itlatol temiktli |
|
Auh tokniwane, |
¡Amigos, favor de oír |
La amistad
Tecayehuatzin
Cantares mexicanos
Cual pluma de quetzal, fragante flor,
la amistad se estremece:
como plumas de garza, en galas se entreteje.
Un ave que rumora cual cascabel es nuestro canto:
¡que hermoso lo entonáis!
Aquí, entre flores que nos forman valla,
entre ramas floridas los estáis cantando.
Tecayehuatzin
Cantares mexicanos
Oí un canto por allí: y ando en plena primavera
viendo las luces del año.
Ya con la aurora conversan
el ave de azul plumaje, y el pájaro de las mieses,
y el ave roja del sol:
¡Es el príncipe Monencauhtzin!
Qué es la poesía
Netzahualcóyotl
(1450)
Romance de los Señores de la Nueva España.
Kin ok tlamati noyollo |
Lo he comprendido al fin: |
Sed de inmortalidad
Netzahualcóyotl
Cantares mexicanos
Niwinti, nichoka, niknotlamati, |
Me siento fuera de sentido, |
Netzahualcóyotl
Amo el canto de zenzontle
pájaro de cuatrocientas voces,
amo el color del jade
y el enervante perfume de las flores,
pero más amo a mi hermano: el hombre.
Canto primaveral
Netzahualcóyotl
Romances de los Señores de la Nueva España
Sobre las flores canta el hermoso faisán:
ya sus cantos desata el Dueño del mundo.
Y sólo le responden sus propias aves.
Son las aves rojas bellas que cantan.
Un libro de pinturas es tu corazón:
viniste a cantar, oh poeta, y tañes tu atabal.
Es que en la primavera deleitas a los hombres.
Dolor del canto
Netzahualcóyotl
Romances de los Señores de la Nueva España
Oye un canto mi corazón:
me opongo a llorar: me lleno de dolor.
Nos vamos entre flores:
tenemos que dejar esta tierra:
estamos prestados unos a otros:
¡iremos a la Casa del Sol!
Póngame yo un collar de variadas flores:
en mis manos estén:
¡florezcan en mis guirnaldas!
Tenemos que dejar esta tierra:
estamos prestados unos a otros:
¡nos vamos a la Casa del Sol!
Canto de Moyocoyatzin
Nezahualcóyotl
Romance de los Señores de la Nueva España
Zan nik kaki itopyo ipetlacayo |
|
X. Ah in tepilwan: |
X. Percibo su secreto, |
Poema de la conquista
Del manuscrito de 1528, ed. Mengin
Con suerte lamentosa nos vimos angustiados.
En los caminos yacen dardos rotos:
los cabellos están esparcidos.
Destechadas están las casas,
enrojecidos tienen sus muros.
Gusanos pululan por calles y plazas,
y están las paredes manchadas de sesos.
Rojas están las aguas, cual si las hubieran teñido,
y si las bebíamos, eran agua de salitre.
Golpeábamos los muros de adobe en nuestra ansiedad
y nos quedaba por herencia una red de agujeros.
En los escudos estuvo nuestro resguardo,
pero los escudos no detienen la desolación.
Hemos comido panes de colorín
hemos masticado grama salitrosa,
pedazos de adobe, lagartijas, ratones
y tierra hecha polvo y aun los gusanos...
Bailete de Netzahualcóyotl
Cantares mexicanos (c. 1500)
Primer tiempo
Preludio de un cantor.
Se aprestan aquí nuestros atabales.
Ya hago bailar Aguilas y Tigres.
Ya te yergues tú, flor del canto: estás entre ellos.
Yo busco cantos:
son nuestra gala.
Oh príncipe mío, oh Netzahualcóyotl:
tú ya te fuiste a la región de los muertos,
ya estás para siempre en el lugar del misterio.
Habla Netzahualcóyotl
¡Aun allí, aun allí yo Netzahualcóyotl,
llorando estoy!
¿He de irme acaso, habré de perderme
en la región de los muertos?
Me abandono a ti, tú por quien todo vive:
tú me lo mandas: me iré, me perderé
en la región de los muertos.
¿Cómo quedará la tierra de Acolhuacan?
¿Alguna vez se dispersarán tus vasallos?
Me abandono a ti, tú por quien todo vive:
tú lo mandas: me iré, me perderé
en la región de los muertos.
Otro poeta
Sólo el canto es nuestra gala:
destruyen nuestros libros los nobles guerreros.
Haya gran deleite aquí:
nadie tiene casa propia en la tierra:
¡totalmente dejaremos las bellas flores!
Nadie agotará tu dicha, oh autor de la vida:
bien lo comprende mi corazón:
por muy breve tiempo la tienes prestada.
Oh Netzahualcóyotl, no por vez segunda
venimos aquí: nadie tieme casa propia en la tierra:
no por segunda vez venimos a la tierra.
Yo cantor lloro al recordar a Netzahualcóyotl.
¡Ven, llega hasta acá!
¡Lloro al recordar a Netzahualcóyotl!
Segundo tiempo
Monólogo de Netzahualcóyotl
Cánticos floridos haya: digan:
¡Tomo las flores que embriagan,
también hay flores de aroma!
Ven, serás engrandecido.
Legaron ramilletes de flores:
son las flores del placer:
se esparcen y se estremecen, se entreveran variadas flores.
Ya retumbó el tamboril:
comience el baile.
Con rica flor de perfumes se pinta mi corazón:
cantor soy: tómense flores para que sean tremoladas.
¡Gozad, gozad!
Dentro de mi corazón se quiebra la flor del canto ya esparzo flores.
Con cantos he de ataviarme alguna vez,
de flores ha de entrelazarse mi corazón:
son los nobles, son los príncipes.
Lloro por eso al decir:
mi fama florida, mi renombre de cantos
tengo que dejar un día,
de flores ha de entrelazarse mi corazón:
son los nobles, son los príncipes.
Tercer tiempo:
diálogo de dos poetas disfrazados de aves
Tozquéchol
Soy papagayo amarillo y rojo:
¡Volaba sobre la tierra: se embriagó mi corazón!
Quetzal
Yo llego en tiempo de lluvias:
sobre las flores puedo cantar:
digo mi canto: se alegra mi corazón.
Tozquéchol
Agua de flores espuma sobre la tierra:
se embriagó mi corazón.
Quetzal
Lloro y me siento triste:
nadie tiene casa propia en la tierra.
Digo, yo que soy mexicano:
voy a seguir mi camino.
Iré hasta Tecuantepec, perecerá el de Chiltepec,
y solo llora el de Amaxtlan, y el de Xochtlan perece.
Llora ya Tecuantepec.
Cuarto tiempo: triálogo
Anónimo
Ya está en pie el tamboril,
sea el baile, nobles guerrero.
Tomen ya sus piedran finas,
tomen ya sus anchos penachos de preciosa pluma.
¡Nadie tiene casa propia en la tierra!
Ya tengo en mis manos las flores
del que hace vivir al mundo.
Tomen ya sus piedras finas,
tomen ya sus anchos penachos de preciosa pluma.
¡Nadie tiene casa propia en la tierra!
Netzahualpilli
Ya sus cascabeles está agitando el dios,
aquel por quien todo vive.
Acaba de conocer a Nonoalco y a Ahuilizzapan,
y a Atlacochtempan y Atlixco.
Es el rey Netzahualpilli.
Un esclavo vencido
Ya empuñaste en tu mano el desollador.
Con él das placer al dios, Príncipe Netzahualpilli.
Se angustia mi corazón, porque yo soy de Nonoalco.
Ave del país del hule, pero mexicano en lengua.
Quinto tiempo: Un poeta.
Dése ya principio, amigos: empiece el canto aquí.
Ha llegado ya aquel que hace alegría a los guerreros.
Naciste en el país del canto. Ha nacido un dios.
En tu casa la aurora se entrelaza:
tus flores, tus cantos, son jades florecientes.
Abriendo están la corola.
Guerra hubo y pasó,
dicha fue y victoria.
Ahora fragantes flores se esparcen: son tu palabra.
Y aquel por quien todo vieve sobre de Anáhuac se tiende.
Así perdurará la ciudad dentro del agua.
En tus manos permanece: tú solamente la ves.